Ayer fue mi cumpleaños, pero ya no lo siento así.
Para mí, sin saberlo celebré mi último cumpleaños el 29 de Septiembre de 2019, cuando me vi rodeada de lo que más quiero, y querré por encima de todo, el amor de mi madre.
Que absurdo, que sin darme casi ni cuenta siempre le di importancia a que las personas me felicitaran cuando llegara este día, sabiendo que la felicitación más importante la estuve recibiendo durante 24 años cuando me despertaba mi madre para celebrar el día que me dió la vida.
Siempre llegaban las 13.25 del día, como no saber perfectamente la hora que le diste la vida a la que para mí sería la mitad de mi corazón y mi alma, para darme tus mil detalles, regalos, besos y canciones de cumpleaños, pasara lo que pasara.
Incluso el año pasado, aunque no fueran las 13.25, ni el mejor lugar, ni pudieras levantarme, en una parte de tu corazón y tu recuerdo, supiste perfectamente decirme felicidades. Es algo que tengo clavado en la memoria, y en el corazón, porque sin querer nos dimos cuenta que sería la última vez que me felicitarías.
Van dos años en los que no soplo las velas, para mi 2019, fue el último año con un motivo para celebrar, porque lo tenía todo. Puede sonar quizá un poco exagerado, pero sólo quien pierde a una madre, sabe lo que se siente, entenderá mis palabras.
Los que me conocen bien, y estuvieron al pie del cañón durante este amargo trago, saben que para mi este mes, y estas fechas están clavadas y llenas de dolor, para mí el día de mi cumpleaños fue el choque con la realidad, cuando perdí toda esperanza de que mi madre fuera a quedarse a mi lado.
Fue cuando me enteré que no había esperanza, cuando el único camino y más liviano para ella sería partir para no sufrir, y eso fue la parte más complicada, entender que no podía hacer nada por quien habría dado la vida por mi, y entender que no podría ser egoísta, porque nadie se merece sufrir de esa manera, pensé que estaría preparada, mentalizada, pero nada ni nadie te prepara para eso. Y menos, para lo que viví, perder a una madre entre mis manos.
Llevo años con este blog, llevo años plasmando mis sentimientos y mis experiencias a nivel personal, siempre me ha sanado escribir, siempre me ha sanado, porque incluso después de que mi madre emprendiera su viaje, el ejercicio que más paz me trajo fue escribir, y escribirle a ella.
A día de hoy, cuando en unos días hará un año que ya no la tengo conmigo, tengo todo clavado en mi cabeza como si lo hubiera vivido ayer, cada detalle, cada palabra de los médicos, cada noche, y es indescriptible el dolor tan tan grande que siento...
Por lo general, quien me conoce, personalmente, sabe que siempre soy una persona que sonríe, que siempre antepongo el bienestar de los que me importan, pero realmente, hace tiempo (mucho la verdad,...) leí esta frase de Kurt Cobain, que a muchos, nos sonará: "Si mi sonrisa mostrara el fondo de mi alma mucha gente al verme sonreír lloraría conmigo".
Y precisamente hoy, me apetece compartir un pedacito de mi alma, un pedacito real de lo llena de dolor, oscura y vacía que me siento.
Y a mi estrella, mi Ave Fénix eterno, dame un poquito más de tiempo para recomponer mis alas, siempre voy a estar de pie, y siempre lo voy a dar todo, como tú me enseñaste, no tengo ni tendré mejor ejemplo que tú, y el hombre de mi vida, mi padre.
Te amo.
Amr.